Gracias, Fausto. Tu talento continúa

A lo largo de su vida, Fausto Maranca fue un hombre de espíritu renacentista: autodidacta y talentoso.

Conjugaba con enorme alegría y optimismo sus pasiones por la innovación tecnológica, el medio ambiente, el liderazgo industrialista, la música y el deporte. Fue el fundador de la compañía y es reconocido como el impulsor decisivo del Gas Natural Comprimido (GNC) como combustible vehicular en Argentina. Su entusiasmo contagiaba e impactaba en la vida de millones, pero todo iba en proporción directa con su humildad.

Fausto Maranca (1937-2015)

Nacido en Florencia en 1937 y bautizado como Fausto María Luis Juan Rodolfo Benito Maranca, desembarcó en el puerto de Buenos Aires en agosto del 1948 junto a sus padres. Su llegada había sido motivada por la contratación de su padre, quien fuera uno de los precursores de la aerofotogrametría en Italia, por parte del Instituto Geográfico Militar de la Argentina.

A poco de concluir sus estudios secundarios en en el Colegio Industrial Raggio, abrió su propio taller de electrónica y en pocos años lo convirtió en una pequeña empresa dedicada al desarrollo de equipos audiovisuales.

En 1970, Galileo «que por entonces era una empresa dedicada a la fabricación de medidores eléctricos, de gas y accesorios para equipos electrónicos» reconoció su talento e interés por la electrónica y lo convocó como técnico electrónico en metalmecánica de precisión. Allí desarrolló un cambiadiscos para LPs y una serie de equipamientos electrónicos de control de producción.

Con el tiempo, fue asumiendo mayores responsabilidades en Galileo. Primero, Gerente de Marketing, y a fines del ’79, Gerente de Desarrollo.

Enfocado en generar nuevos negocios para Galileo, que por entonces se había convertido en una importante filial Westinghouse de los Estados Unidos, lideró la creación de Galileo La Rioja, dentro del marco de la Ley de Promoción Industrial. Desde esa nueva compañía, vislumbró la importancia que podría tener para el país el uso del GNC como combustible vehicular y se abocó a su desarrollo tecnológico y del marco regulatorio necesario.

El nacimiento del GNC argentino y de una nueva compañía

En 1984, su visión del GNC encontró su mejor escenario con el retorno de la democracia: el presidente Raúl Alfonsín visitaba la provincia de La Rioja para recoger el apoyo del gobernador Carlos Menem en su campaña por el plebiscito en favor del acuerdo de paz con Chile.

Como parte de las actividades oficiales de esa visita, Fausto invitó al presidente a sentarse el volante de un Ford Fairlane especialmente acondicionado con GNC. El gobernador también fue de la partida y Fausto siempre recordaba graciosamente los nervios del momento: «El auto no arrancaba porque estaba puesto el freno de mano; cuando sacamos el freno, el coche salió velozmente. Entonces, Alfonsín comentó: «¡Casi piso a un correligionario!». Menem, muy rápido, replicó: «Tenga cuidado, doctor. Si pisa el único correligionario que tiene, se queda sin nadie en La Rioja».

La osadía de la idea de Fausto fue premiada con la aprobación de la máxima autoridad nacional: en diciembre del ’84, se inauguraron dos estaciones de carga GNC y flotas de taxis y utilitarios de la compañía Gas del Estado fueron convertidos para demostrar los beneficios económicos y ambientales del nuevo combustible.

El rotundo éxito de semejante iniciativa publicitaria convirtió a Argentina en un país con uno de los mayores parques de automotores a GNC, casi 2 millones y medio de vehículos, y en uno de los referentes y exportadores de tecnología en la materia.

Al poco tiempo, Westinghouse tuvo un cambio societario en su casa matriz de los Estados Unidos y decidió que el negocio del gas no entraba dentro de su nueva estrategia. Fausto, decidido a persistir en su visión industrialista, compró la empresa con el apoyo de inversores argentinos.

Así nació GNC Galileo, Fausto se convirtió en su presidente y se montó la primera fábrica de compresores e insumos para la conversión de vehículos. Las estaciones de GNC comenzaron a multiplicarse y Galileo introdujo sus compresores paquetizados Microbox, Gigabox y Nanobox. También el Gasoducto Virtual, para que pequeñas comunidades pudieran reemplazar la costosa garrafa por una forma de consumo de gas similar a la de las grandes ciudades.

Hoy GNC Galileo es Galileo Technologies y persiste en la senda de Fausto:

• exportando sus productos a 65 países
• innovando en el uso del Gas Natural Licuado a través del Cryobox
• fabricando compresores para la explotación de gas e hidrocarburos
• contando con un equipo exclusivamente abocado a Investigación y Desarrollo.

Por todo esto: gracias Fausto, tu talento continúa, seguimos inspirándonos en vos.