Osvaldo del Campo participó del Encuentro con los CEOs en el marco de la Expo Argentina Oil & Gas 2022

Habló del potencial de la Producción Distribuida de GNL en pozos no conectados para atender el consumo de gas en la región y en la industria petrolera.

Osvaldo del Campo en el encuentro con los CEOs – exposición Argentina Oil&Gas 2022.

El gas natural como punto de partida de la transición energética

Nosotros nos definimos como una empresa de tecnología de la transición energética y estamos en la transición energética desde antes de que se llamara de esta manera. El modelo más efectivo de primer paso hacia la transición energética es la transición al GNC (gas natural comprimido), un modelo que iniciamos (hace) 30 años atrás. Después, continuamos con el hidrógeno: hicimos la primera estación de carga de hidrógeno de Latinoamérica en 2005. Hoy en día, (seguimos) con el biogás-RNG (gas natural renovable), que es un tema fuertísimo, (porque) las emisiones de metano van a monopolizar la discusión de los próximos años. También introdujimos el concepto de Gasoducto Virtual y lo llevamos a su máxima expresión (o capacidad de transporte) con el gas natural licuado (GNL). Hoy, todo el mundo habla de los gasoductos virtuales como denominación genérica y es una marca creada por nosotros, lo cual nos enorgullece.

Producción distribuida y modular de GNL para diferentes escalas

En Galileo desarrollamos la tecnología para (construir) grandes plantas de producción de GNL y la solución más económica del mundo para hacerlo modularmente. A su vez, tenemos la (tecnología de) microescala que nos permite producir GNL en pequeños lugares y usar ese GNL en múltiples aplicaciones. En Estados Unidos, estamos produciendo GNL en pozos remotos y abandonados en Pensilvania y llevando ese GNL a 80 plantas de peak shaving en el nordeste del país para aplanar los picos de demanda en el invierno.

El GNL como combustible limpio para el upstream

Producción de GNL para upstream en Pensilvania, Estados Unidos.

Paralelamente, la industria (petrolera) ha llegado a niveles de eficiencia muy altos en fractura, la roca ayuda, pero también hay que ser eficientes energéticamente y, fundamentalmente, ecológicos. En Permian y en el sur de Estados Unidos, estamos produciendo GNL para (abastecer a) la propia industria petrolera.

Hay un boom de demanda de GNL en pequeña escala para ser utilizado (como combustible) en equipos fractura o en la generación de energía para equipos de perforación o equipos auxiliares. Ese GNL, muchas veces, aportó una fórmula win-win, ya que, en vez de obtenerlo a partir de un gas de ducto, lo producimos a partir de un flaring que se está mitigando o de un gas asociado que de otra manera no podría ser captado.

Acá (en Argentina) va a surgir lo mismo. Las necesidades son las mismas, las estructuras de costo (son) similares y las motivaciones que llevaron a Estados Unidos a migrar toda su infraestructura al uso de gas en los últimos 2 ó 3 años también.

Los limitantes estaban en la tecnología de conversión de motores y la disponibilidad de tecnologías de GNL para alimentarlos. Pero ahora se viene el eFrac, que requiere que la energía se genere a partir de gas natural y existe la disponibilidad de nuestras tecnologías de GNL. Así que sólo falta que se aliñen un poco los esfuerzos para aumentar la competitividad y reducir el costo del pozo.

Hay pozos en Neuquén que hoy en día están operando y, donde otro momento hubieran estado haciendo flaring. Nosotros estamos captando y transportando ese GNL a otro tipo aplicaciones desde pozos remotos que nunca se hubieran conectado porque nunca existió infraestructura en esos lugares para hacerlo. Entonces, (eso) trae un gas nuevo al sistema, que estaba fuera de los radares, y (le) da una herramienta fundamental al productor para planificar, sin depender de algo tan rígido como el midstream, y contar con un combustible barato para para la propia operación en un círculo virtuoso.

El GNL en containers como respuesta regional

Argentina tiene que mirar dos cosas en lo que es el gas natural. La primera es el mercado regional. Yo disiento en el tema de las grandes plantas de GNL; creo que competir contra activos hiperamortizados como los que posee Qatar o cualquier otro, más allá de la ventana de oportunidad que tenemos ahora, es complejo y creo que hay una demanda regional gigante. Mucho de lo que Galileo está haciendo en GNL ocurre en Brasil, porque ese país está mirando hacia el onshore que antes estaba totalmente abandonado.

Recientemente, terminamos una planta muy grande en Azulão, en el corazón del Amazonas, que produce 600.000 m³/día y va a ir a 1.000.000 m³/día. A ese GNL se lo transporta a una central termoeléctrica que está a (más de) 1000 kilómetros al norte, donde hay una demanda muy grande. Pero el sur de Brasil tiene el mismo (problema): no tiene capilaridad de ductos.

Entonces, si Argentina quiere exportar su gas y lo inyecta solamente a través de los ductos, va a tener limitaciones. Actualmente, exportamos poco, pero estamos llegando por camión al sur de Brasil a un precio igual o más bajo del que tiene el ducto brasileño. Eso abre un montón de posibilidades y creo que podemos pensar en un proyecto transportador (de gas), sin usar la dura y limitada infraestructura (existente).

Ninguna solución reemplaza totalmente a la otra, (el gasoducto virtual de GNL) complementa. Entendemos que la demanda potencial de gas no conectado, o de lo que nosotros llamamos GNL containerizado, es gigante en la región.

El otro tema para considerar es el peaking, que también se puede sinergizar y decir: almaceno, utilizo la misma infraestructura de licuefacción para almacenar, aplano la curva, le doy la posibilidad al productor de pensar una demanda más plana, más constante a lo largo del año, no tan estresante en invierno -que es un poco lo que se está haciendo en Estados Unidos- y también utilizar esa capacidad para producir en los momentos de valle y poder exportar.

Yo creo que ese es el camino que deberíamos elegir: la tecnología está disponible. Tenemos un marco normativo muy interesante que se desarrolló en los últimos años y que permite desarrollar plantas, construir plantas, transportar GNL en todas sus vías y hasta ofrecerlo en el mercado internacional. Eso hay que aprovecharlo y el tiempo va a alinear todo.

Si podemos elaborar nuestro propio modelo, y tenemos las condiciones para hacerlo porque tenemos el gas, así sí como lo hicimos en otros países, podemos generar nuestro propio modelo para atender a la región. Estamos hablando de muchos millones de m³/día de consumo potencial en el sur de Brasil, en Uruguay y Paraguay, en muchas aplicaciones. Si trabajamos sobre la base tecnologías modulares, escaladas y elásticas tenemos muchas chances de que los proyectos se puedan concretar.

Planta de producción de GNL de mediana escala en Amazonas, Brasil.